Solo porque se pueda pagar con Bitcoin no significa que deberías

Primero que nada una aclaración. Nada de este artículo debe ser tomado como asesoría financiera ni mucho menos. Recientemente ha causado revuelo que en El Salvador se haya establecido el Bitcoin como moneda de curso legal, siendo el primer país del mundo que lo hace. El revuelo no es algo inusual en el mundo de las criptomonedas. Otro revuelo reciente fue el causado por el billonario Elon Musk al anunciar que los que quisieran podían comprar un carro Tesla por medio de Bitcoins, revirtiendo esa decisión poco tiempo después, noticias que suelen inducir volatilidad en el mercado de las criptomonedas. Para el caso de El Salvador, establecer el Bitcoin como moneda de curso legal significa que, por decreto, se establece que debe ser aceptada como medio de pago. Esa noticia se hizo viral a nivel mundial, especialmente entre los amantes de las criptomonedas, que vieron con muy buenos ojos ese anuncio, quizás como una validación adicional a las pretensiones de lograr ganar mayor aceptación en el uso de las criptomonedas. Ahora bien, en la práctica, ¿qué implicancias tiene lo decretado en El Salvador respecto de la aceptabilidad del Bitcoin? Para responder eso hay que tener claro qué son y para que sirven las criptomonedas, un concepto que no es tan sencillo de comprender, tampoco para a mí, y que por supuesto lograr saber que son tendrá un efecto en si el Bitcoin es generalmente aceptado.

Una criptomoneda es una moneda digital que utiliza la tecnología de blockchain para llevar el récord de las transacciones. En cada bloque se registra información de forma única, codificada y descentralizada de un número de transacciones validadas. Cada bloque está enlazado con la data del bloque anterior. El blockchain está soportado por: una red de computadoras (nodos) en la cual cualquiera puede participar; criptografía para seguridad de los registros; un algoritmo de consenso para la creación de bloques (minería o validación) y pagos por su creación.

Nótese que no se requiere de la validación centralizada de los registros, sino que cualquiera puede realizar esa labor. A esto se le conoce como minería basada en el algoritmo de consenso "proof of work", que básicamente es resolver un complejo "acertijo" matemático. Al momento de resolver el acertijo se crea el bloque y la persona que lo resolvió recibe una compensación en Bitcoin (es así como se crean nuevos Bitcoins). A pesar que es un proceso descentralizado, para la minería se debe de contar con mucho poder computacional para resolver los complejos "acertijos", así que no todos tendrán la misma posibilidad de validar las transacciones.

No todas las criptomonedas tienen la misma función o caso de uso. Algunas de ellas tienen como principal utilidad ser resguardo de valor (mantienen o incrementan su poder adquisitivo a través del tiempo, o al menos eso se espera que hagan). Este tipo de criptomonedas se convierten en una opción para las personas que tienen como objetivo mantener el poder adquisitivo de sus ahorros e incrementarlos, aunque claro, dada la volatilidad, nada es seguro (existe el riesgo de ganar, perder o mantenerse similar). Bitcoin entra dentro de esta categoría. Por diseño, solo pueden existir 21 millones de Bitcoins, los cuales son creados (“minados”) de forma gradual, por lo que, a diferencia de una moneda fiat, no se “imprimen” nuevos Bitcoins acorde a una política monetaria que pueda reducirle el poder adquisitivo a la moneda. Bitcoin es la principal de las criptomonedas, con una capitalización de mercado (precio actual multiplicado por las reservas en circulación) muy superior al resto (ver https://coinmarketcap.com/). Otro tipo de criptomonedas son los denominados “Smart contract cryptos”. Según IBM los contratos inteligentes son programas (código o protocolo informático) que se encuentran en el blockchain, que realizan acciones de forma automática al cumplirse con las condiciones establecidas. Son descentralizados e inmutables. Un ejemplo pude ser transferir de forma automática fondos de A a B cuando se cumplen las condiciones estipuladas. El valor de estas criptomonedas se deriva de que son utilizadas como pago de los contratos inteligentes. Existen muchas criptomonedas de este tipo, siendo Ether, del blockchain de Ethereum la criptomoneda de este tipo con mayor capitalización de mercado al momento de escribir este blog.

Existen también las criptomonedas de pago diseñadas para hacer transacciones casi de forma inmediata a un costo menor que una transferencia regular. Dado que su principal utilidad es ser un medio de pago, su popularidad depende de que sean aceptadas en las economías, lo cual aún no es la norma. También están las monedas estables, las cuales tienen como objeto ser criptomonedas con menor volatilidad. Están atadas a un activo como lo puede ser dinero fiat, oro u otras criptomonedas, entre otros. Su estabilidad las hace buenas candidatas para realizar pagos. Las mencionadas no son las únicas criptomonedas existentes, pero a mi juicio las más relevantes para este artículo.

Las transacciones con Bitcoin pueden ser lentas y costosas dependiendo si existe alta demanda al momento de la transacción. Bitcoin solo puede manejar 7 transacciones por segundo y dependiendo de la demanda, pueden existir elevados tiempos de confirmación de la transacción y elevadas tarifas. Para mejorar lo anterior se creó la lightning network, que es una segunda capa por encima de la red de Bitcoin, que permite la realización de millones de transacciones a un costo muy bajo, pero que aún está en estado de maduración y puede tener problemas de liquidez.

En relación con lo promulgado en El Salvador, la semana pasada escuché una entrevista en la radio donde dialogaban sobre los desafíos de implementación y de estar obligados los comerciantes a aceptar Bitcoins independientemente de lo que vendan si el comprador desea pagar con esa criptomoneda: se habló de los desafíos para que una vendedora informal acepte Bitcoins, tanto por problemas de tecnología como de lo complicado que es entender qué es, para qué sirve y cómo funciona el Bitcoin.

Tomando en cuenta lo mencionado en este artículo, pensar que Bitcoin puede ser utilizado para comprar pupusas en El Salvador (o cualquier cosa) tiene al menos dos desafíos: a) la tecnología y el know how, lo cual causará serios problemas para la implementación y b) la volatilidad. Dada la volatilidad es imposible colocar precios en Bitcon (los precios variarían tanto de un momento a otro, lo cual no lo haría factible). La solución es colocar el precio en dólares que puede ser pagado con Bitcoin a la tasa de cambio vigente al momento de la transacción (es decir, un corte de pelo de USD 10 costaría 0.000247991 Bitcoin al momento de escribir este blog). Con ello el barbero se garantizaría que siempre recibiría USD 10 con cada corte de pelo, siempre y cuando convierta lo recibido en Bitcoin a USD de forma inmediata (lo cual tendría un costo asociado a cada transacción).

En todo caso, ¿valdría la pena pagar el corte de pelo con Bitcoin? A mi juicio no. La volatilidad puede causar que lo que se pagó en Bitcoins valga más al final del día, lo cual implicaría que la persona pagó más de lo que debería por ese corte de pelo. Claro, también podría pasar que el Bitcoin valga menos, pero, si se tiene la expectativa que el Bitcoin aumentará de precio en el largo plazo, existen elevados costos de oportunidad asociados, lo cual causa que, aunque tecnológicamente se solventen los desafíos y se vuelva plausible comprar una pupusa con Bitcoin, no implica que lo deberías de hacer (y reitero, esto no debe ser tomado como asesoría financiera).